En noviembre de 2.011, el Crucifijo de marfil y el Pelícano Expositor en talla de madera dorada, no se fueron de paseo. ¡No! Se lo llevaron de la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, sede de la Adoración Nocturna Española de Jerez (propietaria de ambos símbolos), para exponerlos en el Museo de la S. I. Catedral, eso sí, sin el preceptivo conocimiento de sus legítimos propietarios, ya que no pidieron permiso ni avisaron. Lo hicieron una vez terminados los cultos a Jesús Sacramentado y cuando los adoradores ya se habían marchado del céntrico templo, es decir, con alevosía y nocturnidad, ya que esperaron a que se cerrara la Iglesia de los Remedios, aproximadamente sobre las ocho y media de la noche.
Al día siguiente de los hechos, sobre las diez de la mañana, una adoradora llama por teléfono al domicilio del secretario de la Sección de la Adoración Nocturna y le comunica lo siguiente: "de parte de mi párroco D. Manuel Lozano, actual Mayordomo de la S. I. Catedral, que te diga que no os asustéis cuando abráis la Iglesia de los Remedios esta tarde, pues se han llevado el Crucifijo de marfil y el Pelícano Expositor para exponerlos en el Museo de la Catedral".
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Dos días después, el Consejo de la Sección es requerido para mantener una reunión con el ex-Deán de la S. I. Catedral, Monseñor Repetto Betes, en la parroquia de San Dionisio, con el fin de dar una explicación sobre lo ocurrido, aunque la misma no convenció a los miembros del mencionado Consejo, ya que al principio de dicho encuentro, Monseñor Repetto estuvo algo impreciso en la explicación que les ofrecía y aunque conocía que ambos símbolos son propiedad de la Adoración Nocturna Española, precisó que el Obispo había solicitado, para que se devolviesen el Crucifijo de marfil y el Pelicano Expositor dorado, que la Adoración Nocturna debía acreditar la propiedad de ambas obras de arte. Tras asegurarle a Monseñor Repetto que le llevarían el libro-inventario donde se demuestra la propiedad de las piezas, quién las donó y la antigüedad de las mismas, Monseñor Repetto se limitó a informar que el Obispo no devolvería dichos símbolos mientras no se acreditase la propiedad con un acta notarial.
Dicho libro-inventario se lleva al Notario y éste levanta la oportuna acta de propiedad con fecha 22 de febrero de 2.012, donde consta como propietaria de ambas piezas la Adoración Nocturna Española de Jerez.
El 14 de marzo fue entregado en el Obispado de Asidonia-Jerez un documento junto con el acta notarial solicitando la devolución del Crucifijo de marfil y el Pelícano Expositor dorado a la Adoración Nocturna Española de Jerez, y depositarlos en su sede de la Iglesia de los Remedios. Al día de la fecha, no se ha recibido respuesta alguna y se sigue esperando la devolución del patrimonio.
Mientras, los miembros de la Adoración Nocturna se preguntan de quién surgió la idea de coger lo que no era suyo y por qué no se solicitó al Consejo de la Sección de la Adoración Nocturna el préstamo de ambas piezas para su exposición en el Museo de la Catedral.
Estas desgraciadas actuaciones y otras muchas son las que, hoy por hoy, están dejando las iglesias vacías de fieles. Aunque no se pierde la esperanza de que se rectifique, si lo ocurrido es debido a un malentendido que se diga, por el bien de Nuestra Santa Madre Iglesia.
José Peña Perea.